litoral 07/04/2019

Tras las rutas migratorias de nuestros peces

 

La historia comienza en su infancia, cuando iban una y otra vez al río a pescar con sus amigos. Era común ir con esas familias a la costa a ver qué sorpresa traía la correntada. Esa pasión infantil iría creciendo con los años de la adolescencia y las tardes en el río se harían cada vez más frecuentes en su Reconquista natal. Con el correr del tiempo, y el agua, Sebastián llegaría a Posadas para avanzar en sus estudios formales sobre peces. 


Sebastián Sánchez es subdirector del Instituto de Ictiología del Nordeste (Inicne), desde ese espacio de la Universidad Nacional del Nordeste se dedica a la investigación sobre peces. Junto con la Comisión Mixta del Paraná (Comip) y la Universidad Nacional del Misiones (UNaM) iniciaron un proyecto de marcación de peces para poder estudiar sus migraciones. En esta charla, explica los detalles de este trabajo.

— ¿Por qué migran los peces?
—Según las investigaciones los peces migran por factores ambientales e hidrológicos. Todos los años viajan agua arriba, en invierno, para la reproducción y en sentido contrario por alimentación. De octubre a diciembre se reproducen y luego viajan agua abajo buscando comida y con ellos, todo el cardumen. Esta rutina está condicionada por las alturas de los ríos y otros factores que aún falta estudiar, ya que esto que parece una organización perfecta no contempla las represas, la pesca comercial y deportiva, entre otras variables.
—¿Y este proyecto, qué busca conocer?
—Este proyecto es la continuación del que desarrollamos durante todo el año 2018, referido a la evaluación de la pesca recreativa. Nos pusimos en contacto con la mayoría de los pescadores deportivos que conocíamos y los que fuimos conociendo de toda la zona, desde el norte de Misiones hasta la confluencia con el río Paraguay. Hablamos con guías de pesca, con cabañas que ofrecen servicios a los turistas y, durante ese año, avanzamos bastante en la caracterización de la pesca recreativa. Ahora estamos armando el informe anual.
El año pasado en esta época el río estaba inundado y, prácticamente, en todo enero y buena parte de febrero no hubo pesca deportiva por las inundaciones. Entonces, conseguimos que la Comip, que es la institución que financió el proyecto, nos diera la posibilidad de avanzar un año más para seguir caracterizando la pesca recreativa y en esta ocasión le sumamos la marcación de peces. Es algo muy interesante, pero a la vez muy complejo. Hubo y hay algunos proyectos de marcación de peces vigentes llevados adelante, por ejemplo, en Yacyretá en convenio con Itaipú y otros proyectos realizados por grupos de investigación en distintos lugares del país.
Nuestra tarea es coordinar toda la actividad, para eso dimos algunos talleres en Ituzaingó, en Itá Ibaté, en Repezqui, ahora tenemos pensado hacerlo en Paso de la Patria, también en Misiones.
Las personas pescan, lo marcan y lo devuelven, ¿no?
Claro, y la etapa de marcación, es una etapa fundamental.
El éxito en este tipo de proyectos, depende más que nada de la recaptura de los peces marcados, de nada sirve marcar cincuenta pescados o diez mil y después no se recupera ninguno, prácticamente la información es nula. A medida que vaya aumentando el número de peces marcados van a ir apareciendo, algunos peces recapturados y eso nos va a dar información muy importante acerca de las migraciones, la movilidad de los peces en distintas épocas del año y en distintas zonas del río.
Con esta primera etapa preparamos tres mil marcas que esperamos que se lleguen a colocar en el primer semestre de este año. Van a empezar a aparecer los peces recapturados y una información adicional que consiste en tratar de determinar en qué proporción esos peces recapturados forman parte del total. O sea, nos permitiría estimar el volumen del stock de los peces que hay en nuestra zona.
—¿Es para todas las especies?
—En realidad no lo planteamos para todas las especies, en principio tratamos de hacerlo con animales grandes; o sea que el hecho de pasarle el precinto por el lomo y llevar a cuestas una marca (es un plástico muy resistente, pero no debe pesar más de un gramo).
Si lo pusiéramos a un pescadito de diez o veinte centímetros seguramente le va a dificultar la natación y al mismo tiempo lo haría visible para los depredadores, porque andaría con un botón azul en el lomo que seguramente si lo ve un dorado o un surubí se lo come.
Por ahora se están marcando las dos especies de surubí, dorados y manguruyú. Son las cuatro especies que le pedimos a los colaboradores que traten de marcar todo lo que puedan. La ley obliga a devolver por encima de las tallas máximas que están fijadas tanto para surubí como para dorado; entonces el que saca un surubí de 30 o 40 kilos lo tiene que devolver aunque no quiera, porque es lo que marca la ley.
Tenemos surubís de más de un metro y medio marcados, manguruyú, dorado y también pedimos que si llegara a salir algún pacú muy grande, de 7, 8 o más kilos,  también se podrían marcar. Pero no marcar boga o pacú chico, porque en general la mayoría de los pescadores lo sacrifican para comer.
—La idea es hacer el seguimiento de esos…
—Claro, tenemos la esperanza de que si hoy tenemos diez surubís grandes marcados, tal vez dentro de uno o dos meses alguno sea recapturado, por eso se instruye al pescador para que nos envíe una foto del precinto.
—¿Qué pasa si se pesca uno con el precinto, con el botón azul?
—El botón azul al costado tiene una paleta más o menos de tres centímetros por dos, donde figura un número que es diferente en cada uno de los tres mil precintos que se están colocando. Es como un número de documento del pez y es el número que registran los colaboradores cuando colocan. Por ejemplo, sacan un surubí le colocan el precinto, registran la especie, el largo, el peso, se saca una foto del pescado marcado y nos mandan una foto del precinto para que registremos el número.
Ese pescado va andar por la zona, no sabemos todavía si va a mantenerse en el lugar, si va a arribar, si va a bajar. Eso lo veremos a medida que se recapture, y cuando se recapture, la idea es que la persona, esperemos que colaboren en ese sentido, cuando vea ese precinto obviamente le va a llamar la atención, porque es algo que se ve bastante fácil, en el precinto está el número y dice “enviar foto”, está el simbolito de WhatsApp y abajo tiene el número de teléfono. Si la persona que lo pesca está interesada en participar, en brindarnos la información que tiene ese precinto, toman una foto y nos envían en esa foto.
—¿Es un número de teléfono?
—Sí, un número de WhatsApp. Nosotros automáticamente recibimos esa información y nos comunicamos para pedirle algún dato adicional (en qué zona lo pescó, si tomó las medidas; etc).
Lo más importante es la información del número que está registrado en el precinto; si lo toman con foto o lo toman con video es igual, a nosotros nos sirve seguramente una vez que recibamos la información por parte del pescador colaborador.
Obviamente que lo ideal sería que lo devuelvan. Pero habrá gente que, si justo es un pescado que está dentro de las medidas que se puede sacrificar, decide hacerlo la información nos sirve a nosotros igual, nada más que terminó ahí el estudio para ese número.
Es interesante poder trabajar con los pescadores deportivos en este proyecto. Porque también es revincularlos con las especies, con los peces, con el río. Esta idea de que los pescadores son malos y vienen a llevarse o a atacar la fauna y  de pronto tenga esta otra mirada con respecto a lo que pueden hacer en el río con los peces.
Sí, en realidad la pesca recreativa cambió mucho. Los que tenemos 40 años o más sabemos que antes la pesca apuntaba al que más sacaba y el que más bolsas de pescado llevaba a la casa. Eso lo hacía mejor pescador, pero de a poquito fue cambiado.
Hoy la mayoría de los pescadores locales devuelven casi todo lo que pescan y por ahí se llevan un pescado para comer o para compartir con su familia o comer ahí en la costa del río, mientras están desarrollando la jornada de pesca. Por suerte se sigue sacando bastante; o sea, es normal que una lancha tenga cuatro o cinco piques y sacar, más que nada, dorados o pacú. Y eso, si se respeta la ley en realidad, obligatoriamente, debería ir a devolución, porque en realidad se puede traer un dorado por embarcación por día o un surubí.
Más allá de eso, hay mucha gente que aunque puede sacar uno no lo sacrifica, devuelve todo lo que saca, y en esta zona que estamos trabajando, Paso de la Patria es diferente. En Paso de la Patria hay una mezcla con pescadores locales de Corrientes-Resistencia, donde se mezcla la idiosincrasia del pescador local tradicional con el turista. Desde Itatí para arriba, que la gran mayoría son pescadores turistas, si bien también hay local, en ese caso se devuelve prácticamente todo. En realidad lo único que sacan para comer, en especial los turistas brasileños es boga. La boga si la cuota le permite matar cinco o seis,  matan lo que les permiten, comen o llevan a Brasil congelada dentro del cupo que le permite su carnet. Pero el dorado o surubí, muy rara vez se sacrifica.
—Sólo les interesa la información en el caso de que devolvieran la pieza.
—Nos interesa toda la información.
—Por más de que se lo lleven, que avisen que lo encontraron...
—Sí. Si bien la mayor parte de las capturas van a ser, seguramente de Paso de la Patria, Ituzaingó, porque en Misiones se pesca bastante menos, pero tranquilamente el pescado puede salir de la zona y subir por el río Paraguay y bajar por el Paraná hasta Goya, Esquina. Y bueno, esa información, más allá de que lo sacrifiquen o no, a nosotros nos sirve conocer las épocas de migraciones y el tamaño de las rutas migratorias.
Entusiasma mucho esperar la recaptura, por dónde anda el pez, ¿no?
Claro. Yo creo que la información más interesante va a empezar a aparecer cuando se produce la recaptura. Por eso es que nosotros vamos a tratar de hacer hincapié en tener una densidad de marca importante. O sea pensamos en 3.000 marcas, pero posiblemente terminen siendo más porque es mucha la gente que se está sumando.
—¿Cómo pueden colaborar los pescadores?
—Por ahora largamos el proyecto, básicamente con los mismos pescadores que habían colaborado antes. Profesionales de la pesca o empresarios turísticos que tienen cabañas y que ofrecen esos paquetes cerrados o son guías de pesca, que son trabajadores independientes que también son contratados para salir así con excursiones de pescadores.
Dependiendo de cada uno, por ahí los días de pesca que nosotros a lo largo del año fuimos viendo el movimiento. Si salen dos o tres días por semana de pesca, le dimos 20 o 30 precintos a cada uno y a las cabañas que sabemos que largan 20 o 30 lanchas en un día, les dimos paquetes de 100 precintos.
Con la difusión que hubo se sumó mucha gente, principalmente participaron muchas personas que tienen programas de pesca. Hay muchos programas de pesca en Chaco, en Corrientes.
Tenemos unos mil precintos entregados, posiblemente terminemos entregando los otros 2.000 que nos quedan en un lapso de un mes y medio. Esperamos que de aquí a mitad de año se los coloquen a todos. Hay dos cuestiones fundamentales: por un lado, necesitamos que realmente acepten la capacitación para colocación y la metodología y que se comprometan a hacerlo bien y además, y lo más importante de esto una vez que termine esta etapa de marcación es que nosotros necesitamos tener una idea de la magnitud de peces que se capturan en el tramo. La gente a la que le dimos precintos cada vez que saca un pescado nos avisa. Tenemos gente que nos dice semanalmente “el lunes salieron tantas lanchas, sacaron tantos peces; el martes tantas lanchas, sacaron tantos peces; miércoles, jueves no salió nadie”. El día que aparezca un pescado recapturado vamos a saber que se recapturó uno de un total de 200 que se pescaron.
No es lo mismo que se capture uno de 100, que uno de 1.000 o uno de 10.000. Necesitamos que los colaboradores no lo hagan simplemente por la cuestión de la novedad, sino que se comprometan también a brindarnos la información de lo que pescan. Entonces eso a nosotros nos va a servir para tener una idea de la magnitud de peces que se están capturando en todo momento y dentro de eso cuántos salen marcados.

Por Carlos Lezcano
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Fuente: https://www.ellitoral.com.ar








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