Hasta el más reacio pescador a subirse a una lancha no ha dejado de imaginarse posando con un matungo de más de un kilo, de La Tigra, en el transcurso de las últimas semanas. Las publicaciones gráficas especializadas en pesca deportiva y sobre todo pescadores que llegaron hasta de Catamarca especialmente en la búsqueda de sus matungos, no han dejado de reflejar en la presente temporada de pejerrey, su extraordinario éxito.
La pesca embarcada que comenzó a desarrollarse este año a partir de la iniciativa de uno de los propietarios del espejo de agua, Martín Zubillaga, generó la fiebre por la captura de muy buenos ejemplares de esta especie que vienen promediando el kilo y medio, y que hasta han superado los dos kilos.
Pescadores de toda la provincia, y hasta de El Calafate y Catamarca, llegaron a La Tigra en busca de sus “tigres”
Dos factores
“Hasta los guías de Monte Hermoso y de La Salada, de Madariaga, están viniendo a pescar acá, a partir de publicar lo que hemos ido capturando”, cuenta entusiasmado Zubillaga a LA VOZ DEL PUEBLO. A la hora de explicar el muy buen momento que vive su laguna, en la variante de pesca embarcada, señala dos aspectos centrales que han interactuado para que se produzca la explosión de pesca que hoy puede verse a diario en las redes sociales.
Por un lado explica que la falta de lluvias provocó en la zona una sequía que ocasionó en la laguna una tonalidad más clara del agua. “La laguna era de agua más oscura y entonces era muy difícil pescar abajo. Si estos pescados de gran porte no subían, no los pescábamos. Siempre los agarrábamos a metro, metro y medio de profundidad”.
Y agregó: “Como no llovía el agua se aclaró muchísimo y al haber tanta población de pescado no tienen tanta comida disponible, entonces donde vos le presentás una carnada interesante, salen a comer”.
Nivelación ambiental
Pero ese factor sólo no alcanzó para hacer la diferencia. Desde este año, en el espejo de agua se permite la pesca embarcada. Y la decisión se tomó por una razón específica, a partir de una consulta que Zubillaga hizo con su prima, la ictióloga Vivian Pereyra.
“Al ver tanta cantidad de pescado grande, y sobre todo cuando los abrías, veías que mucha cantidad de esos pescados se estaban comiendo a sus propias crías. Pejerreyes de 8 a 15 centímetros de largo le encontrabas en la panza, lo consulté con Vivian y coincidimos en que era necesario sacar un poco de esa cantidad de pescado grande. Si no iba a ser perjudicial para la laguna”.
De este modo explicó cómo los dos factores se potenciaron para que en la actualidad una decena de lanchas a diario, entre ellas varias con guías muy conocedores de cada rincón de La Tigra, ingresen en busca de una pesca para recordar.
Técnica
Entre las técnicas utilizadas por quienes buscan dar con el gran pique embarcado, contó que hay quienes intentan buscando a fondo, otros con línea colgada o tipo paternóster, y hay también quienes lo hacen a un metro cuarenta de profundidad.
De todas maneras advierte que a partir de los últimos días en que el agua se enfrió más los pejerreyes comienzan a repartirse por todos lados y en todas las profundidades, generando que también mejora la calidad de la pesca de costa que de por sí es buena en cantidad.
Consultado por si existe riesgo de afectar la cantidad de “tigres” y la fiebre por su pesca, aseguró que “la laguna está llena de pescado, está alfombrada de pejerreyes”.
De todos lados
Entre los visitantes que este año se acercaron a La Tigra, en búsqueda de los grandes, Zubillaga enumeró a pescadores de Necochea, Mar del Plata, Miramar, 9 de Julio, Chacabuco, La Plata, Buenos Aires, Dolores, La Pampa, Coronel Pringles, Laprida, Bahía Blanca, Coronel Dorrego, y muchos cordobeses.
“Pero lo que más me llamó la atención es ver llegar a gente de El Calafate que han venido, y de Catamarca, habituados a Chasicó donde pescan cantidad y de buen porte, aunque no del tamaño que encontraron en La Tigra”, dijo al concluir.
Fuente: https://www.lavozdelpueblo.com.ar
