Después de una leve crecida que mantuvo la pesca un poco aletargada, el río Uruguay “empieza a acomodarse”, sus aguas comienzan a aclararse y los dorados vuelven a picar con intensidad, obteniendo capturas de diferentes tamaños.
Los buenos portes siempre están presentes en Concordia y la pesca siempre nos da la chance batallar con un gran tigre.